Como diseñadora UX/UI, me interesa explorar cómo la IA no solo nos ayuda a agilizar procesos, sino también a ampliar el imaginario de lo posible. En este caso, he querido jugar con una idea muy concreta: ¿Qué pasaría si dos marcas totalmente distintas se unieran para crear un producto conjunto?
El resultado: tres campañas ficticias generadas con IA, donde diseño, narrativa de marca y experiencia se entrelazan para crear algo nuevo. No es solo una imagen bonita. Es una forma de explorar conceptos, público objetivo y universos de marca desde otro ángulo.
IKEA x Animal Crossing
Esta colaboración ficticia nace de la unión entre dos mundos que, bajo mi punto de vista, tienen mucho más en común de lo que parece: la calidez funcional de IKEA y el universo amable, escapista y autoexpresivo de Animal Crossing.
La propuesta imagina una línea de mobiliario inspirada en frutas, con un enfoque 100% lúdico. Sillas de sandía, estanterías con forma de manzana o mesas que simulan una rodaja de naranja. El objetivo es diseñar una colección decorativa con alma de videojuego, pensada para un público joven, nostálgico o creativo que quiere dar un toque de fantasía a sus espacios.
Desde una perspectiva UX, la propuesta busca fusionar lo utilitario con lo emocional: muebles que cumplen su función, pero también despiertan una sonrisa.

The North Face x Labubu (POP MART)
¿Qué sucede cuando una marca técnica de outdoor como The North Face se encuentra con el imaginario mágico y coleccionable de POP MART? Bajo mi análisis, se genera un producto inesperado: una chaqueta que mantiene el estándar funcional, pero añade un toque de narrativa fantástica.
La textura peluda inspirada en Labubu convierte la prenda en una especie de criatura urbana, sin perder su capacidad aislante ni su diseño técnico. El resultado es una prenda dirigida a públicos jóvenes y amantes del diseño que buscan autoexpresarse incluso en contextos funcionales como el invierno o la montaña.
Desde UX, es una propuesta que pone en valor el concepto de identidad como capa adicional en la experiencia de uso del producto.

Sonny Angel x Glossier
Esta colaboración ficticia me pareció especialmente interesante porque une dos universos que comparten algo muy específico: el vínculo emocional con el usuario. Por un lado, Sonny Angel como objeto coleccionable tierno y algo nostálgico. Por otro, Glossier como marca que construyó un storytelling directo, fresco y emocional en el mundo del skincare.
El resultado: una colección de productos de belleza que, al abrirlos, esconden una figura sorpresa. El diseño mezcla tonos pastel, packaging suave y formas redondeadas. Pensado para un público millennial o gen Z, donde la cosmética no solo cuida, sino que también entretiene.
Desde diseño UX, esto es un ejemplo de cómo el packaging puede convertirse en parte activa de la experiencia, generando valor emocional añadido.

Cuando la especulación genera conversación
Estas propuestas no existen, aunque podrían. Porque más allá de lo visual, lo que me interesa como diseñadora es el potencial que tiene la IA para abrir nuevas narrativas en producto, marca y experiencia.
Explorar este tipo de colaboraciones me permite pensar en:
- Nuevos perfiles de usuario.
- Nuevas formas de consumo emocional.
- Nuevos códigos visuales entre marcas aparentemente opuestas.
¿Y si un día alguna de estas ideas inspirara una colaboración real?

Diseñadora UX/UI y Especialista en Marketing Digital
Creando experiencias intuitivas y estrategias efectivas.