A veces en diseño de producto, los errores de interacción no vienen del usuario, sino del contexto visual en el que toma decisiones. Y eso es justo lo que he querido analizar con este pequeño caso UX en LinkedIn.
Desde mi perspectiva profesional, detecté una situación concreta en la sección de invitaciones que puede estar generando confusión involuntaria, especialmente cuando recibimos varias solicitudes a la vez.
Situación actual: todo en un mismo bloque, sin jerarquías
Cuando revisamos notificaciones en LinkedIn, todas las invitaciones —ya sean solicitudes de conexión, suscripciones a newsletters o páginas— aparecen juntas dentro del mismo módulo.
Esto, desde mi punto de vista, presenta un problema claro:
- No hay jerarquía visual entre tipos de contenido.
- Todo se presenta con el mismo peso visual y estructura.
- El usuario actúa por hábito y puede aceptar algo que no deseaba.
En definitiva, el sistema no da suficiente contexto para tomar una decisión informada. Lo que debería ser una acción consciente, se convierte en un clic automático.

Diagnóstico UX: decisiones sin intención real
Como diseñadora UX, me centro en cómo los productos digitales pueden fomentar decisiones más conscientes. En este caso, considero que el diseño actual:
- No guía adecuadamente la atención del usuario.
- Mezcla contenidos personales con comerciales sin diferenciación.
- Genera fricción cognitiva innecesaria, especialmente para quienes gestionan muchas interacciones diarias.
Es un ejemplo claro de cómo un diseño neutro, aunque funcional, puede fallar en términos de claridad de intención.
Propuesta de mejora: separar tipos de invitaciones
He trabajado una propuesta de microajuste que no altera la lógica general del diseño, pero sí mejora la organización visual del módulo.
Mi planteamiento se basa en:
- Separar visualmente los tipos de invitaciones en bloques diferenciados:
- Personas
- Páginas / Newsletters
- Mantener el diseño nativo de LinkedIn, respetando su sistema visual.
- Reforzar el contexto de cada invitación para que el usuario entienda de un vistazo qué está aceptando.

¿Qué aporta esta mejora desde UX?
Desde mi perspectiva profesional, este cambio representa una mejora significativa en tres áreas clave:
1. Arquitectura de la información más clara
El usuario identifica de forma inmediata el tipo de contenido al que está reaccionando. Se reduce el riesgo de confusión y mejora la comprensión del entorno.
2. Control más consciente
Al diferenciar tipos de contenido, se limita el comportamiento automático. Las decisiones se toman con más intención, lo que reduce errores y frustraciones posteriores.
3. Reducción de fricción cognitiva
El esfuerzo mental necesario para interpretar la interfaz se minimiza. Esto hace que la experiencia sea más fluida y eficiente, incluso en tareas rutinarias como aceptar o rechazar invitaciones.
Un pequeño cambio con impacto real
Lo más interesante de este tipo de mejoras es que no requieren rediseñar el sistema completo. A veces, los ajustes más valiosos en producto vienen de detectar puntos ciegos en experiencias cotidianas.
En este caso, la propuesta no añade complejidad, solo organiza mejor lo que ya existe. Y eso, desde mi enfoque de diseño centrado en el usuario, siempre es un plus.
Esta es solo una observación desde mi práctica profesional. Pero si algo he aprendido es que los grandes productos se construyen a base de pequeños detalles bien pensados.

Diseñadora UX/UI y Especialista en Marketing Digital
Creando experiencias intuitivas y estrategias efectivas.